martes, 10 de mayo de 2011

Baño de Vapor

• Seco  sauna
• Húmedo  baño turco

La Sauna. Baño de calor seco, que se realiza en una habitación cerrada. La fuente de calor es una estufa de leña o una resistencia eléctrica sobre la que se coloca un recipiente con piedras calientes que se rocían con agua para generar vapor. En una sauna la temperatura puede llegar a alcanzar entre 80º y 100º, el secreto para que no se produzcan quemaduras en la piel es que se combina con humedad muy baja (calor seco) porque el aire es peor conductor del calor que el agua y no llega a quemar. Se notará más calor en los bancos superiores debido a que el aire caliente sube y se concentra en las zonas altas.
No hay un momento más adecuado que otro. Lo importante es dedicarla algo de tiempo con toda tranquilidad. Hay que relajarse, dejar las tensiones para desnudarse por dentro y por fuera. Sólo así se alcanza el objetivo principal: Regenerarse
• El estómago no debe estar ni lleno ni vacío.(tomar una pieza de fruta o un yogurt)
• No llevar relojes, lentes de contacto, joyas, teléfonos móviles, etc.
• Antes de entrar es esencial tomar una ducha tibia y enjabonarse (dilata poros y facilita la relajación muscular). Secarse bien antes de entrar en la sauna y comprobar que los pies no estén fríos. En caso contrario poner un baño de pies caliente
• Una vez en la sauna nos concentramos en la respiración, tratando de no forzarla nunca, y permanecer tranquilamente tumbados secundando el ritmo respiratorio normal.
• Atención al tiempo. La permanencia ideal varía de un mínimo de 8 minutos a un máximo de 12 para cada fase, aunque no debemos olvidar nuestro propio reloj biológico. El deseo de refrescarse es la señal inequívoca de que ha pasado el tiempo. En ese momento conviene levantarse despacio para evitar mareos.
• Al salir de la sauna, hay quien se revuelca en la nieve y quien se zambulle en un lago helado. Basta con una ducha fría o fresca para devolver la temperatura corporal a los niveles normales. Se empieza por la pierna derecha partiendo del pie y subiendo hasta la ingle y luego la otra. Siguen los brazos, el tórax y la cara, y en último lugar la espalda.
• A continuación descansar. Envolvernos en una toalla o albornoz, tumbarnos en una camilla y cubrirnos con alguna manta. No es necesario sudar, pero sí relajarse (siesta, joya, relajación...)
• En la sauna se pierden líquidos y con ellos sales minerales, por eso debemos de recuperarlos con agua oligomineral, infusiones, zumos naturales. Prohibidas las bebidas alcohólicas, el té o el café
• Después de la relajación, lo ideal un masaje manual porque, gracias al calor de la sauna, se disfruta de una receptividad particular y el masaje actúa en las capas más profundas.

Beneficios:
• Tiene efectos relajantes.
• Elimina toxinas.
• Aumenta las defensas y te mantiene a salvo de gripes y catarros porque estimula la producción de linfocitos T encargados de eliminar los agentes infecciosos y las células tumorales.
• Vigoriza el corazón por dilatación de los vasos capilares lo que le obliga a bombear con más fuerza para mantener la presión sanguínea.
• Es una buena opción para después de un entrenamiento, no antes. El calor hace que aumente el metabolismo muscular, ayuda a la eliminación de toxinas acumuladas en el esfuerzo y produce un relajamiento muscular que evita lesiones y dolores en los tejidos.

Protocolo:
1. Ducha con agua tibia
2. Sentamos en el banco inferior (10’ – 15’) sudar
3. Salir de la sauna y ducha fría
4. Entrar sauna y colocamos en el banco superior (10’) relajados
5. Ducha con agua fría
6. Entrar 5’
7. ducha fría, frotando con una manopla exfoliante
8. Abrigarnos y recuperarnos
9. Hidratarnos con pequeños sorbos de agua oligomineral

Contraindicaciones: Consultar con el médico antes de utilizar sauna:
• Embarazadas
• Problemas cardiacos
• Problemas circulatorios
• Problemas de piel
• Infecciones agudas
• Depresiones
• Epilépticos
• Diabéticos
• Para los hipertensos no superar los 5’ de duración
• Tener precaución si al principio notas mareos, debilidad visión borrosa o palpitaciones por los efectos del calor y la bajada de tensión. Si el mareo persiste, salir inmediatamente y consultar al especialista

Sauna y deporte:
La sauna puede representar una gran ayuda, sobre todo en el deporte de alta competición. Junto con otras técnicas recuperadoras nos van a ayudar a evitar la fatiga. El incremento de la irrigación periférica y posterior sudoración nos van a ayudar en el proceso de eliminación de sustancias de deshecho. Como hemos dicho que mejora el intercambio de sangre en los distintos tejidos, podemos afirmar que produce un efecto positivo sobre el sistema cardiovascular, mejorando la irrigación muscular, la oxigenación de los músculos, mejor intercambio de oxígeno y sustancias nutritivas necesarias para la contracción muscular. Esto también se hace extensivo al sistema óseo, articular, cartilaginoso y ligamentoso.
El calor va a producir un efecto relajante sobre la musculatura que le ayudará a soltar las pequeñas contracciones producidas en el esfuerzo. Mejoramos la flexibilidad.
Un aspecto importante a tener en cuenta es la educción sanguínea, la elevación de la temperatura central y muscular, las modificaciones y pérdidas de electrolitos, que va a que el rendimiento en general caiga. Esto es de forma pasajera, pero es importante tenerlo en cuenta para no realizar una sauna 24 horas antes de una competición.
Es un método muy bueno y recomendable para realizar en invierno y en el periodo preparatorio general. En el periodo de competición debemos tener en cuenta la deshidratación para ello tener muy presente la rehidratación y mineralización.

BAÑO TURCO:
EL baño turco o Hamman es un baño húmedo, Es típico de países mediterráneos y está muy arraigado en la cultura árabe. Se caracteriza por tener una elevada temperatura y un alto grado de humedad relativa del 100%, por lo que es un baño saturado de vapor de agua que se con aplicaciones de agua fría (abluciones).
El objetivo es conseguir la transpiración del cuerpo para depurar y relajar el organismo.
La temperatura en el baño turco es más baja que en la sauna (55ºC) pero se puede estar más rato. Después de un baño se experimenta una sensación de relajación, casi de cansancio y deseos de abandonarse al pensamiento más que a la acción.
Una vez en el baño relajarse hasta empezar a traspirar y aguantar 10’ – 15’. Terminar con una ducha fría, frotando con una manopla exfoliadora. Secarse y tumbarse durante 15’ – 20’ muy abrigado, bebiendo pequeños sorbos de agua para hidratarnos.

Beneficios:
 Refuerza y tonifica las defensas del organismo.
 Acción analgésica, relajante muscular.
 Vasodilatador, estimulante de la circulación sanguínea.
 Estimulante de la piel, limpieza profunda de las impurezas de la piel.

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